viernes, junio 30, 2006

Los tomates de la huerta

de mis padres están de morirse. Un pequeño cambio de planes, decidido esta mañana. Empiezo mi viaje por Europa en la tierra patria. Sorteando obras de la M30, atascos y accidentes me he plantado aquí, me he llevado a mis padres y a las chuchas a la playuqui, y ahora me espera una cena a base de productos de la huerta.
Jo, qué gusto...

Por cierto, Steriki, me llevo a Nureta a mi viaje europeo. Pero don't worry, haremos cámping ella y yo (pa eso me llevo mi tienda).

Seguiremos informando!!

miércoles, junio 28, 2006

Mis tres visitantes nocturnos...

Ayer fue un día stupen of the death. Quedé para comer con Ra, y nos desternillamos definiendo los rasgos más característicos de "Brigitte al servicio de Su Majestad" que va a ser la nueva heroina de este siglo. Ardo de deseos por leer la primera entrega de su vida, donde habla de su familia. También me provocó cierta guasa comprobar que esta mujer (Ra, no Brigitte) sabe idiomas, muchos, aunque de cada uno de ellos sólo una palabra; en sueco sabe decir "defensor del pueblo" y en islandés "Parlamento". Creo que los que cuando viajan aprenden a decir "por favor", "gracias" y "¿Cómo se va a la estación, por favor?" pierden el tiempo. Aquí tenemos la prueba de que hay palabras menos utilizadas pero que al final resultan más útiles, porque vamos, si yo conozco a un islandés por las calles madrileñas que lo único que sabe decir en mi lengua es "juez de la Audiencia Nacional", me lo llevo al catre en menos que canta una calandria. A la salud de Grande Marlaska!!!!!!!

Por la tarde me largué a mi último examen de la uni, que acabé en 15 minutos. Genial.

Al llegar a Alcorqueens, me llevé a mi compi de piso a comprar el camping-gas y cuatro cosas más que me faltaban para mi periplo europeo, y al llegar la hora de la cena...tachán! todo cerrado, y nosotros sin un bocado que llevarnos a la boca. Así que esperamos pacientemente el fin del partido, y nos fuimos a cenar a una terracita en medio del silencio, paz y tranquilidad que supuso la derrota de España. Estaba tan harta del mundial, de soportar los gritos, pitidos y demás manifestaciones de alegría por los goles y triunfos, que deseaba con toda mi alma que ocurriese esto. Me sabe un poco mal porque ha sido Francia quién ha ganado a España, y viendo mi situación personal, no quisiera verlo como un mal augurio.. Zidane triunfa.... Ay, ay, ay....

Cenamos como reyes, y nos vinimos a dormir. La noche ha sido complicada, me han visitado tres machos de distintas razas, y no lo he soñado!
El primero, verde y con unos muslos de impresión. Un saltamontes, que no se cómo entró en mi cuarto (saltar, por mucho muslo que tengas, hasta un segundo piso, es heroico). Se posó en mi rodilla gracilmente, y no me abandonó por más que la moví en sueños. Así que, medio grogui, acerqué la mano y menudo susto me llevé cuando noté “algo” que se movía y saltaba hacía mi!!!!!!! Dioses del Olimpo, qué manera de despertarme!!!!!!!! El bicho acabó tranquilizándose en la encimera, y poco dispuesta estaba yo a echarle de allí, que se me come. Media vuelta, y a dormir. Pero con el jaleo, se despertó mi chucho, que estaba durmiendo en la cama de mi compi. Entre grandes bostezos perrunos y legañosos vino a verme, a comprobar que estaba bien, y a dormir conmigo. En una cama de media persona, se tuvo que hacer un hueco entre mis piernas, apoyó la cabecita en mi talón, y a dormir. El tercer macho de la noche fue el dueño del anterior, que inquieto al no verlo en su lugar habitual (en su mega-cama de tres plazas) vino a buscarlo. Suerte que hay confi, porque el espectáculo de verme dormir con un chucho entre las piernas y mi pijama-chilaba mora color gris, debe asustar a cualquiera menos experimentao en los avatares de la vida.

Esta mañana ha pillado al saltamontes, que no ha cambiado de postura en toda la noche, y lo ha echado por la ventana. Pero anda que no me ha costado convencerle de que ese bicho estaba allí...

lunes, junio 26, 2006

El valle

Alguien muy dulce me acaba de dedicar estos versos...
Yo quisiera escribirle algo bonito aquí, pero no encuentro nada mejor que sus propias palabras.

Porque creo en la libertad
escribo estas palabras.
Por aquéllos que huyen
buscándola, creyendo,
como yo, en ella,
cantando a la vida,
cantando a la muerte,
al amor, libertad;
y murieron, mueren
y morirán torturados,
pero siguiendo,
siguiendo siempre.

Porque creo en la libertad
quiero vivir sin banderas,
sin fronteras de poder,
sin heridas casuales,
sin guerras interminables
por placer.

Porque creo en la libertad
lucho y lucharé,
porque las mujeres,
el hombre,
los niños y niñas,
han de ser libres,
todos han de ser libres;
libres con el amor,
libres con la amistad,
libres con los problemas;
libres.

Porque creo en la libertad
la anhelaré con fuerza,
valor y pasión,
y seguiré por ese camino,
sinuoso y empedrado,
ayudando a los míos,
ayudándome a mí,
a conseguirla también.

Porque la humanidad
ha de ser libre,
y yo, sí, yo,
creo en la libertad.

Site-meter power!

El año pasado tenía yo un alumno encantador al que pilló la policía con costo. Le metieron en un programa de concienciación que no sirvió para nada, pues seguía poniéndose hasta las trancas de porros. Un día en clase me lo contó, y esto nos llevó a una discusión sobre los efectos de los porros en nuestras neuronas. Me tocó defender que fumar es incompatible con estudiar, que atonta la cabeza y ralentiza el raciocinio. Y mientras iba diciendo esto me pasaban por la mente todos los canutos que me fumé yo en mis años universitarios, y se me iba cayendo la cara de vergüenza al suelo. Me toca ahora luchar en el otro bando. El caso es que la cosa acabó en una apuesta: si él las aprobaba todas, nos fumaríamos un canuto “a pachas”, con María de la buena que aportaba yo. En caso contrario, él dejaba de fumar (tabaco por lo menos).
Por suerte, le quedó 1 para septiembre, y me juró que había dejado de fumar.


El caso es que anoche me acordé de esta historia, y de las consecuencias de las apuestas, o de aquellas decisiones tomadas no por la decisión en si, si no por las consecuencias que intuimos que tendrán. Siempre se asume un riesgo, y lo deseable es que este riesgo sea conocido. Es decir: con el chaval y el porro, asumí el riesgo de que aprobase todo, y tener que fumarme un porro con él. ¿Lo hubiera hecho? Claro, faltaría más, pues ese era el riesgo que asumí cuando aposté. Pero hay otras consecuencias de esta apuesta, otros riesgos que no vi en ese momento: que alguien se enterase de la apuesta y se mosquease (con razón), que me pidieran explicaciones por usar métodos tan poco pedagógicos (o tanto, vete tu a saber), que me denunciaran, que me pillase la Poli, que me echaran del cuerpo de profes y diese con mis huesos bajo un puente... Las consecuencias, algunas reales y otras de peli americana, están ahí, se debían considerar e incluir como riesgo antes de apostar.
Yo no pensé en ellas, y la jugada me salió redonda. A partir de la apuesta, el chaval remontó, recuperó varias de las asignaturas que le quedaban, sacó el curso y ahora estará acabando la ESO, tendré que enterarme de si ha graduado o no. ¿Será por la apuesta? Pues nunca lo sabremos, pero yo pensaré que si hasta que me desengañe definitivamente del Sistema Educativo.

Me acordé de todo esto anoche, pensando en otra decisión peligrosa que he tomado. No es una apuesta, es un acto desesperado.
Siguiendo el ejemplo de mis queridos griegos, tan listos ellos, he condenado al ostracismo a un filósofo ateniense. De manera temporal, pero al silencio más absoluto. Con esto asumo varios riesgos, consecuencia de mis actos: que se olvide de mi, sumido como está en sus reflexiones sobre la concavidad del universo, que me incorpore a su constelación de cosas bonitas que pertenecen al pasado. Este es el primero y principal, pero lo asumo. Hay otros riesgos, pero como en el caso del alumno, los pensaré dentro de un tiempo, cuando me los encuentre, o cuando piense en esta historia sin la pasión de vivirla en presente, cuando lo pueda ver como una peli.
¿Y qué quiero obtener con esto? Que este filósofo griego se deje de anacronismos, de adorar a Afroditas y Ceres, de los misterios dionisíacos, de creer en héroes que vuelven a Ítaca, que Penélope no existe y ya nadie teje mientras espera. Que la vida eterna dura muy poco, y si no la disfrutamos hasta exprimirle todo el jugo nos dejará en la boca, a su partida, un sabor amargo a hojas secas, a pétalos prensados.

La vida es tan apasionante como difícil. Pero me encanta estar viva.

domingo, junio 25, 2006

Qué guay!

He vuelto de mi super-finde montañero! Traigo algún quilo menos, y seiscientasmil picadas de bicho distribuidas por todo mi cuerpo. Pero ha sido genial...
Llegamos el jueves, y nos reunimos con dos colegas de mi compi pa tomar las primera birritas de Rodellar; con ellos hemos estado casi todo el tiempo, bastante majos ambos. Para no verme rodeada de chipancés gorileros diciendo burradas y faltando a todo el género femenino, y disfrutar de las cañas en condiciones, pues metí la nariz en un libro, escrito en francés y de una considerable amenidad dadas las circunstancias. Y para mi sorpresa, uno de los allí presentes conocía al autor, André Guide. Que mucho premio Nobel, pero no lo conoce si su mother. Así que de repente subió el nivel cultural de la concurrencia, y mis mitos al respecto cayeron al suelo. Se puede ser escalador, y hacer la O con un canuto. Fíjate tu por donde.
En fin, que nos arreamos una ensaladita de garbanzos (que como todo el mundo sabe, provocan una reacción fisiológica estupenda para no pasar frío dentro del saco de dormir en las frías noches montañeras) y a la cama, que llueve. Literalmente, cayó la del pulpo. Lo que no es tan literal de la expresión es la cama, pues hemos dormido en el camastro de madera con colchonetas (aislantes térmicos de la construcción, en verdad) del coche del Freeke. La primera noche no pegué ojo, entre el calor, los mosquitos, el chucho dando paseos por encima de mi, la lluvia que entraba por la ventana si la abría, el recocimiento que nos entraba si cerraba... Dejamos la bolsa de basura debajo del coche, para recogerla por la mañana, y vino un bicharraco nocturno a llevársela, para la total indignación de mi chucho, perro de presa, que ni se enteró (a Dior gracias). La segunda noche me plantée todas las posibilidades macabras que podían llevar mi vida a su final: caída de rayos, acoso del loco de la motosierra... La tercera noche he dormido como una bendita, a pierna suelta.
Durante el día, lo dicho: bañarme en la poza (estoy hasta un poco menos blanca, que dista mucho de estar morena), patear, leer, escribir, ver mazizos escalando... Se ha producido la casual circunstancia de que este finde había una competición del búlder en el camping de Rodellar, y me he encontrado con dos colegas con los que entrenaba cuando aún vivía en la ciudad de mis padres. Me he alegrado un montón de verles, son gente la mar de majeta. Y son del grupo de mi ex, que no estaba allí porque tenía que trabajar. De manera que el número de escaladores con los que he compartido cierto tiempo y alguna que otra ilusión asciende al total de 2, y en esa cifra se va a quedar. Me gusta mucho la montaña, pero sin exageraciones.
Sigamos... el viernes llegaron el Sueco y la Sueca. Son ambos majísimos, pero ella tiene un pequeño defecto: es Sueca, y su castellano no es muy bueno. Como mi inglés ha desaparecido (suplantado por el francén) y el Freeke no va demasiado suelto, la pobre no paliquea mucho, la verdad. El Sueco, por el contrario, es de Alcalá de Henares y habla un castellano de puta madre, un poco nasalizado por influencias nórdicas (11 años allí da pa mucha nasalización) pero se le entiende bien. Estuvimos escalando viernes y sábado con los Suecos y un portugués afincado en Manresa que habla un catalán perfecto, algunos lolos varios y una china que hablaba en italiano, en un pedregal a la sombra, donde aseguré al Freeke en un 7c entre siesta y siesta. Al último pegue se retorció la rodilla de manera imposible en una bicicleta de los infiernos, y p’abajo con la rodilla más gorda que el muslo. Entre los diagnósticos, esguince de rodilla y cuentitis. En cualquier caso, hoy domingo nos hemos largado prontito, tras ver la final de búlder femenino (joer con las crías de 14 años), despedirnos de los Suecos y de mis colegas valencianos, del que conocía a André Guide y del otro. Este otro guarda el alcohol de quemar en una botella de Nestea. ¿Quién le metió un trago por equivocación? Pues si, la menda lerenda, suerte que lo escupí todo sin ninguna finura y glamour.

Me lo he pasado bomba, me he relajado un montón, se me ha ido el stresssssss y los malos pensamientos y estoy que me muero por irme de route por Europa. Las vacaciones en el Tarn me apetecen también un montón: me he picado, voy a volver a trepar.
Pero sin agobios!

miércoles, junio 21, 2006

Itinerario intermedio


Y la vuelta ya la improvisaré.

Itinerario de ida


Anda que no queda lejos Viena...

L'été est arrivé

Acabamos de entrar en el verano, igual aún nadie se ha dado cuenta, porque con el frío que hace en Madrid... Dior! Qué achicharre! Muero deshidratada!!!!!!!

Cuando ocurre esto, me empieza a entrar el tembleque, me pica tol cuerpo y quiero largarme pal norte, a ver si a medida que subimos en latitud disminuimos en achicharre. Estoy ya adecuando mi coche-furgoneta, el lunes hemos quedado mi compi de piso y yo para montar la cama, a imagen y semejanza de la cama de conglomerado que tenía antes (y murió mojada) con la que me he recorrido toda España y media Fracia. Ahora, como he progresado, la cama será de madera de pino, que espero que cruja y chirríe menos en las curvas. Además, voy por fin a poner cortinitas en las ventanas, que eso de que todo el que pase por la calle me vea sobando a pierna suelta está fatal. Ayer lo limpié, encontré dos libros que daba por perdidos y unos zapatos monísimos. Mi pobre furgo, sólo me acuerdo de ella en verano...

Mañana se inicia mi periplo veraniego. Me largo con mi compi de piso y unos amigos suyos a Rodellar, tierra de escaladores mazizos. Allí me dedicaré a patear por la mountain (me he comprado unas zapas nuevas, eso de caminar por las montañas en albarcas ha pasado a la historia), a bañarme en la poza hecha una reina de Saba, a leer,a trepar, a escribir, a mirar cómo se restriegan contra la pared hombres musculosos sudando a poro suelto, a beber tinto de verano, a pegar la hebra con la camarera del camping, que si es la de siempre, es la mar de maja. Espero también conocer a algún francés pa ir practicando, echarme unas siestas de infarto, dedicarme al sano deporte de rascarme la panza y dejar que se me salgan de los intersticios neuronales toda la mala leche, el agote, el queme que me ha producido este curso, y alguna clase en concreto. Espero en cuatro días olvidarme de los nombres y caras de mis alumnos, de los malos ratos que me han hecho pasado y de las veces que me he ido a casa llorando, o simplemente pensando que mi trabajo no sirve para ná. Ahora, por lo menos, pensaré que sirve para pagarme las vacaciones.

El domingo vuelvo a casa, pillando atasco como buena madrileña. El lunes mi compi tiene un jaleo del curro, y yo haré como que aún me preocupo por el insti, me acercaré a paliquear con mis compis, con los conserges y los de la cantina. El martes tengo examen de la uni, y ya acabo con ella. Y curro hasta el jueves, día en el que mando a freír monas a todos mis alumnos, al insti y a Madrid, y me largo a recorrer el mundo.

Primera etapa Reus, a festes majors de Riudoms, o a lo que me proponga mi Martita. En un par de días, cuando hayamos marujeado hasta quedarnos sin saliva, me largo pal norte, a les Gorges del Tarn (no se si con parada y fonda en Barcelona). En este sitio stupen of the death me reuniré con mi compi de piso y sus colegas los suecos, y estarémos por estas tierras hasta el día 10 más o menos. Ese día mi compi vuelve al curro, los suecos vuelan pa Suecia, y la menda emprende su viaje hacia tierras germanas.

Como no tengo ninguna prisa, mi Steriki no se me va a ir y tengo muchos sitios maravillosos que ver, creo que en primera instancia tiraré pa Italia. Me muero por conocer las Dolomitas desde la primera vez que me calcé unos gatos. Vamos, hace ya unos añitos.

De ahí, si tiro en línea recta pal norte, llego a Viena. Otro sitio que me apetece un montón, y que no hay manera. Dos veces se me ha frustrado vilmente la visita a esta ciudad que baila vals.
La primera vez estuve, realmente estuve en Viena, respiré su aire y pisé sus calles, en mi primer viaje europeo sin padres, con 13 añitos. Iba yo con un autobús de dos pisos de mujeres del Opus, inocente y desconocedora de todo mal, hacia Polonia. Allí habíamos quedado con el Papa (el de antes), para una reunión de esas de jóvenes de todo el mundo. Otra cosa no tendría el Wojtyla, pero parrandero era un rato. Y con él, había mogollón de excusas para viajar. Yo por aquellas épocas no le tenía mucho fervor al buen hombre, aunque la verdad es que siempre me ha parecido bastante majete, lo que es mucho teniendo en cuenta que, por mí, un bombazo en el Vaticano y a mamarla a Parla. O mejor, una extinción en masa de todo aquel que vista sotana o hábitos, no hay que arremeter contra inocentes, y la Capilla Sixtina no tiene ninguna culpa de mi anticlericalismo.
Pero volvamos al tema, que me voy por las ramas.
Iba yo a ver al Papa como hubiera ido a ver un concierto de Los Hijos del Metal o una exposición de Drosophilas colombianas, es decir, encantada de tener una excusa para viajar, con el beneplácito paterno y bien lejos. Fue providencial, pues volví de ese viaje en el estado que propició que hoy por hoy sea lo que soy: sinceramente atea. El caso es que en el planning del viaje ponía claramente que haríamos una parada cultural en Viena. Mi abuela, tan marchosa como siempre, ya me había trazado una ruta por la capital austríaca, con aquello de “no dejes de ver la catedral, nena, que te va a encantar”. Yo estaba babeando a chorro con la idea.
Al llegar allí, la menda lerenda y su bendita inocencia pronto se percataron de que algo no iba bien. Mucho estrés, mucho parar el autobús en un lugar intempestivo en pleno centro, se bajaba una a la carrera, volvía a los pocos minutos con cara de pena, a continuar la búsqueda. Pensaba yo que se trataba de dar con nuestro guía turístico, míralas qué majas ellas, están en todo.
Y una leche! Lo que buscaban con ese desenfreno era una iglesia en la que escuchar misa. Y lo consiguieron, las muy jodías. Me la tragué enterita, en alemán, con rezo de rosario y sermón a cargo de la jefa de nuestra expedición. Yo no daba crédito. “¿Y la catedral?”, me escuchaban preguntar como si preguntase por la solución al Teorema de Boltzano. Menudas petardas asquerosas. Repitieron hazaña en Praga, a la vuelta de Polonia. Digo yo que tras varios días viendo al Papa, bien se puede no ir a misa. Además, teniendo en cuenta que no era ni domingo ni fiesta de guardar... Pero yo ya había perdido la inocencia, la Fe y las ganas de malgastar el tiempo. Me hice la sueca (que se me da divinamente) y me perdí en menos que canta una calandria. Recorrí la ciudad sola, y a la hora convenida estaba en el autobús. Por cierto, fui la única puntual y nadie del viaje se había percatado de mi desaparición.
Repetí hazaña en Salzburgo, pero me tocó suequear dos veces, pues a la primera me pillaron. Panda de urracas beatas asquerosas!
En fin, esta fue la primera vez que intenté ver la catedral vienesa. La segunda, me encontraba yo con mi querida K. en Munich, en pleno interrail. Como Austria es cara de cojones, pernoctábamos en Alemania y hacíamos escapadas a Austria. Recorrimos Salzburgo, y me saqué mi espinita opusera. Además me compré un jersei monísimo en Mango outlet (cosas de la vida). Pero la noche previa a Viena, llamé a casa y mi hermano el zote me dijo que habían ingresado a mi hermana en un hospital con leucemia. Luego resultó ser diabetes, pero el miedo del cuerpo no me lo quitó ni Dior, así que conseguí dos billetes de vuelta a Spain, y a Viena que le den.

Este año lo consigo! A Dior pongo por testigo!

Siguiendo pal norte, una vez vista Viena, llegaré al nuevo hogar de Steriki, donde la pobre está un rato agobiada y no es pa menos. Los alemanes tendrán muchas cosas buenas, pero terracitas al sol para tomar cañas, me la juego a que no hay. Creo que ya va siendo hora de que me deje caer por allí: ni recuerdo los años que hace que no nos tomamos algo ella y yo, solas y sin prisas. A ver...¿desde 1º de carrera? Mira, ni me acuerdo, igual ella goce de mejor memoria que yo. Pero aunque a lo largo de estos años hemos conservado nuestra amistad a pesar de los avatares y la distancia, creo que nos tenemos que dar la oportunidad de re-descubrirnos. Ninguna somos la misma que en tiempos universitarios, (gracias a todo el Olimpo, yo seguiría siendo fan de las Babes in Toyland y me pintaría las uñas de negro). Ambas vivimos en la “movilidad”, que es una teoría mía que algún día expondré por aquí. Y como “móviles” que somos, no sólo no paramos de movernos por el mapa europeo, si no que no paramos de descubrir cosas, de meternos en fregaos, de flipar con la vida. Y tenemos mucho de lo que hablar, ¡eso es seguro!. Así que me iré pa su keli, y allí me pasaré hasta que sople el viento del Este, como Mary Poppins. Mi idea es llevármela a dar una vueltecita por ahí, ya veremos si se deja.

Con esto, espero haber finalizado Julio y estar en disposición mental de ir a encontrar a mon amour a su pueblo. Nos espera una larga conversación, tengo que cargarme de energías antes. Este hombre es un encanto, pero más difícil de entender que el demonio (dojo).

A todos estos planes se puede apuntar quién lo desee. Yo duermo en la furgo, ceno de camping gas, no suelo comer y lo único por lo que me gasto el dinero es por los cafés y las cañas (y en la compida del súper, claro). Huyo de las aglomeraciones humanas (excepto la catedral de Viena, que no me la imagino muy solitaria) y me gusta la naturaleza cuanto más asalvajá mejor. Si alguien consigue reunir unos días, que coja un transporte público y aparezca por alguna de las ciudades por las que voy a pasar. No está muy definida mi ruta, ya pondré un plano por aquí en cuanto me estudie el mapa de carreteras.
Yo recojo, paseo y devuelvo al transporte público.
Si quién viene se trae a la pareja, a dormir al cochino suelo, y que se busquen una tienda de campaña!

sábado, junio 17, 2006

Medea!


He hecho el examen de mi asignatura favorita de la UOC, "Literatura y civilización griegas", y me han pedido que analice la figura de Medea. Qué gusto, por Dior. He disfrutado como una enana, dándole a la inventiva y al palique, dos características básicas de mi persona (pa quién no se haya dado cuenta, además de la exageración). No he acabado diciendo que la Eulàlia de Nissaga de Poder es Medea a la catalana, pero da igual... ya lo dije en la práctica, y me pusieron un 10!

jueves, junio 15, 2006

I'm the Alcorqueens

***Y sigo relatando mi finde, que a este ritmo se me acumula con el próximo, que ya estamos a jueves.


***Me quedé en el sábado en Reus, donde comimos en un bar que me encanta, situado en una placita peatonal en el centro histórico-modernista. Este bar, “la Ferretería”, conserva la decoración del antiguo establecimiento, en madera oscura, con los techos altos y cruzados de vigas. Hay cajones en los que aún se puede ver el nombre de lo que contuvieron, “tuercas”, “abrazaderas”… Comimos como reyes, además.


Por la tarde fuimos a casa de Martita, a leer poemas de Martí i Pol, que desgraciadamente pierden un montón al traducirse al castellano, y al francés no nos aclarábamos. Una pena que mon amour aún no controle el catalán. De allí a la playa, una playa que se mantiene bastante al margen del asalto urbanístico a nuestro litoral, a pesar de estar a pocos kilómetros de Tarragona.
Y tren a Barcelona, otra vez.


De camino al hotel subí a casa de mi colega Laurita, en la que no estaba. Y como la muchacha me tenía preocupá, con esto de no tener jamás el móvil enchufado, le dejé una nota en su puerta con mi número, por si aca.


Cenamos en el chaflán de Casanova con París al lado de tres megatontas que no pararon de decir subnormalidades, del tipo “Tiaaaa, estás sstupen, ¿cómo lo haces para estar tan divina? Jo tia, qué cutis tan fino…”. Suerte que este no se entera de la mitad, con lo que las patatas bravas le sentaron de lujo.


Al día siguiente me llamó Laurita, encantada de que le deje notas en su puerta con mi número. Teniendo en cuenta que vive en un 6º sin ascensor, ya puede estar contenta, ya. Quedamos para desayunar, tan encantadora como siempre, saliendo de la depre horrorosa que la ha tenido anulá durante el último año, ligando, con ganas de vivir, de salir de fiesta, de conocer gente, de currar, de viajar… Un gozo, como diría mi super-abu. Me alegré un montón de haber conseguido contactar con ella y de verla tan chachi piruli.


Tras esto, separación y despedida de mon amour. Qué poco rato dura la vida eterna….

***Con mi nueva cajita de pastis para dormir y decidida a superar la adicción a la nicotina me vine pa Madriz. En el tren empecé a escribir algo que tiene buena pinta, en un cuadernito de tapas duras de mega-pijo que me compré en Sants por 5 euros. En concreto, de todo lo que escribí me gusta una frase, “o tal vez escriba un cuento que hable de un árbol de flores rojas que murió abrazado a su amante de caderas de serpiente y mirada azul”. Mi particular obsesión al escribir por los árboles en los que nadie se fija, ya tengo 3 historias al respecto, dos de higueras y una de este árbol, que está en el margen de la vía entrando a Sants.

*** El domingo por la noche me tomé media pasti, y como si me hubiera tomado un trago de agua del grifo, robinet en francés. Así que el lunes me tomé la media restante, y una entera. Me dormí como un lirón, y a la mañana siguiente me desperté con 20 minutos de retraso, gracias a que mi móvil-despertador se da cuenta de que sigo durmiendo plácidamente e insiste al cabo de un ratito. Me tomé 3 cafés, pero that if you want rice, Cathaline.

A las 11 salí de currar, como todos los martes, porque para eso soy sstupen y yo lo valgo. En la puerta del insti me estaba esperando mi compi de piso y el chucho, para irnos a trepar al Barrancazo, un sitio chulísimo cerca de Sigüenza. Aproveché pa echar una siesta, tirada en el asiento trasero del coche, de pena. Paramos para tomar el cuarto café, que tuvo en mí el mismo efecto que un trago de botijo de loza. El Barrancazo me encantó, se accede por un caminucho entre campos de trigo de color dorado-verdoso, peinados por el vientecillo, cuajados de amapolas y de perdices (que mi perro asustó muchísimo, menudo es!).

La escalada buena, aunque como hace tanto tiempo no me acordaba de que con vaqueros no se puede una mover bien, y cada vez que levantaba la pata para hacer algún paso raro temía por mis costuras. Me subí un IV + y dos 6a fatalmente, agarrándome a las cintas, sufriendo por las arañas y demás bicharracos asesinos que viven en los tridedos, con dolores varios y, eso sí, desternillándome de risa. Creo que fue efecto de las pastis, me tronchaba de ver lo devorada que estoy, lo que ha perdido mi cuerpo en los meses que llevo sin calzarme los gatos. Menuda Lola estoy hecha, de verdad… Tuve que echarme una siesta pa arreglarlo. El freeke se sacó un 7a+ y le estuvo dando pegues a un 7b+ mas feo que tó, y al sol.

De vuelta pa casa paramos en Atienza a tomar un tinto de verano, el primero del año. Me sentó de muerte, creo que menos café y más vino me hubieran espabilado a primera hora de la mañana. Luego fuimos a Sigüenza, a cenar de tapitas a un bar mega-cutre donde me sirvieron, por 4 euros, las manitas de cerdo más deliciosas que me he echado a la andorga en mi vida. Ya sé que con lo fina que soy no me pega rechupetear metacarpianos porcinos, pero disfruté como una auténtica enana, mientras mi compi me miraba con cierto asco y deglutía un trozo de tortilla de patatas más triste que ná.

Tanto me espabilé con el tinto y las manitas que conduje yo hasta casa, 120 km. y tan fresca. A día de hoy no he vuelto a tomarme una pasti, ni a fumar, pero vuelvo a ser yo misma: me voy durmiendo por las esquinas.

***
El resto de la semana, sin nada interesante, amén del estrés fin de curso, que han inagurado la piscina de la urbanización que okupo, que esta noche ha caído la del pulpo y que estoy deseando largarme de vacaciones.

***Estaba pensado en proponer a mi steriki que incluya manitas de cerdo en el menú de su boda... Menudo alegrón me daba...

miércoles, junio 14, 2006

La vie en rose

Llevo sin escribir un montón de tiempo, y mi steriki sufre por mí. Así que pa no darle disgustos a pocos meses de su boda, voy a hacer un resumen. Intentaré centrarme en los detalles nimios y obviar las cosas importantes, a ver si planteandolo todo al revés, consigo hacerlo bien.

La semana pasada fue un poco angustia total. Eso de no dormir me transtornó las neuronas, de por sí poco coordinadas, y casi muero en el intento. Además, me inventé una paranoia con mon amour, qué capacidad para imaginar películas tenemos algunas. El jueves por la noche, atacá de los nervios pensando en mi super-exámen de francés del viernes, sin conciliar el sueño, me llamó mi salvador, mon amour el neumólogo. Me explicó pacientemente que mis insomnios se deben a la retirada de la nicotina, y me recomendó recurrir a las pastillas famosas para dormir. A las 11 de la noche en Alcorqueens, a ver de donde saco yo unas pirulas de esas, y con un examen al día siguiente... me prescribió dos cigarritos antes de dormir, así que ágil cual gacela de la pradera me acerqué al bar de la esquina, me compré mi paquetito de nobel, me supo a cuerno quemao pero dormí divinamente.

Al día siguiente, pal examen bien dormida y bien fumada. No vaya a ser que la retirada de la
retirada de la nicotina afecte también a la concentración. La comprensión escrita genial, la redacción un pedo de toro. Fatal, vamos. La carta formal que me tocó redactar llevaba como despedida "Bonne journée", que viene a ser algo así como " A pasarlo bien". Mal, pero casi que me alegré, porque pude largarme a Atocha, adelantar mi billete hacia Barcelona y partir victoriosa a las 11.30 de la morning, en lugar de a las 19.20 de la afternoon. Llegué en un plis a la ciutat comptal, y me reuní con mon amour en la habitación de su hotelito, en plena Diagonal.

Olvidé en el acto mis paranoias, me sentí princesa otra vez.

Al rato nos fuimos a la Barceloneta, donde había quedado con mi amigo C., el convergent gay. Estuvimos tomando unas cañas y hablando del estatut, cuando se le ocurrió que tal vez podíamos acudir con él al acto que su partido había montado esa noche. Nos costó poco decidirnos, p'allá que nos fuimos. El acto de Joventuts estaba organizado en el barco de la Fura dels Baus, en el port de la Barceloneta, con birras gratis, papeo a go-gó y cuatro discursitos, uno de ellos del Duran i Lleida y otro del mismísimo Artur Mas. Aguantamos estoicamente, y mon amour asentía sesudamente con la cabeza de vez en cuando, añadía un "deu ni dó" a cada rato que enmascaraba perfectamente que no se estaba enterando de nada en absoluto. Lo mejor es que, cuando los ánimos se exaltaban, se ponía a gritar "Viscaaaaaaaaaaaaaaa"!!!!!!!!! C. y yo nos tronchábamos de verlo tan puesto en su papel, y sin entender ni mú.

Y pa casa, que llueve.

El sábado nos fuimos a Reus, a ver a Martita. Esa ciudad es genial, y esta chica más aun. Me gusta porque no juzga, no impone su criterio, tolera otras opiniones, hace que su compañía sea agradable y dulce, no una exigencia constante. Mi Martita...

lunes, junio 12, 2006

Barcelona me enamora


Me vuelve loca esta ciudad.

jueves, junio 08, 2006

La noctámbula funambulista


El día que escribí la anterior entrada, sobre mis sonambulismos, volví a liarla. Me asusté en sueños (por el ataque de un helecho asesino, o algo así) y me desperté de pie en la cama (de mi ex), gracias al cabezazo que me arreé contra la estantería, muy mal colocada encima de la cama. Muy mal fatal de la muerte, cualquier día me escalabro.

Ayer hize mil malabarismos para no echar la siesta, entre los que destacan la brasa que le metí a la pobre Ra, diosa-sol, que me estuvo escuchando beatíficamente (ella que no habla casi ná) mientras me invitaba a comer en su casa. Luego hice el examen de francés oral, que aunque dicho así suena fatal, va en serio. Lo tenía a las 20.45, pero llegué pronto y me colé con un menda de otra clase al que su pareja de examen había plantado. Creo que me fué bien, pero lo mejor fue que al salir me quedé de palique con algunos de mis compañeros de clase con los que no he hablado en la vida, dado mi antisocialismo recalcitrante que me ha caracterizado hasta el mes de marzo. Y pa marzo hacía ya un tiempecito que yo no pisaba la Escuela de Idiomas. Resulta que una de mis compis de clase es bailarina, y está en la compañía de María Jimenez, que no es la que canta, es otra. La mar de interesante la chavalita, estuvimos de palique hasta que calculé que ya podía volver a casa sin riesgo de siesta.

Al llegar a casa me duché, me arreé una pizza 4 quesos yo sola, que no sea por no tener la panza bien llena y una birra (por sus efectos narcóticos) ¡y a sobar!´Las 21.15, me juré a mi misma que si a las 22.30 no había pegado la pestaña, pasaría al plan radical.
Me sobé, pero alehop! a las 23 estaba con los ojos abiertos again. Creo que algún sustillo nocturno , suerte que no me ostié de nuevo.
Y esto no puede ser, yo no me puedo pasar la noche dando brincos y poniendo en peligro mi vida y mi jornada laboral del día siguiente. Me acordé de la pastilla mágica que me dió mon amour cuando tenía que coger el tren nocturno, para ayudarme a dormir en el vagón de butacas reclinables capacidad 30 personas. Me dió dos, la otra por si aca. Y Ella me estaba esperando en el bolsillo de la chaqueta. P'adentro de un glup!, anda que no he dormido bien.

Así que hoy he ido a clase con un humor excelente, medio sobada y super tranquila.

Hasta que, haciendo la guardia, he visto con asombro como un chaval, de 12 añitos, metía unos gritos de cuidao al jefe de estudios, que es la reencarnación de Job, pero que un poco más de mala ostia igual no le venía mal. Y yo, desfacedora de entuertos donde las haya, le he dicho la ofensiva y cruel frase: "Un respeto, chaval".

Dios mío, cuándo aprenderé a hablar con corrección y a no insultar a los alumnos. La que se ha liado... Menudos gritos profería el nene, llorando, rojo cual tomate y ofendido hasta lo más hondo de su alma de adolescente sensible. Que a él nadie le llama "chaval", que pa eso tiene nombre. Creo que debería tatuárselo en la frente, que yo no le conozco de ná y por más que me concentre, no se me ocurre. Pero si le ofende tanto que no le llamen Alberto (sis, lo siento pero se llama así, que me he enterado luego. )

Total, que me he ido a almorzar con mi compi de guardia, que mide bastante, está bastante cachas y gasta bastante mala ostia. A mitad almuerzo, unos gritos atronadores: el chaval. Hemos salido, y había una gentil dama intentando tranquilizarle, a base de caricias y susurros, mientras el nene nos amenazaba a todos, nos decía que estamos todos tronaos, que nos daba de ostias, que la culpa es de aquella (una que pasaba) que está loca, mientras levantaba la mano a la mujer tranquilizante. Nos hemos acercado, yo más callada que un muerto pa no volver a dejarme llevar por mis instintos y llamarle "chaval" (o girarle la cara de un guantazo). Pero mi inconsciente compi le ha pedido por favor que se tranquilizara y bajara la voz. Madre mía, qué osado, lenguaraz, ordinario y bruto que es mi compi. Menuda le ha dicho. Pobre crío, machacado por todos los profes, sin dejarle ejercer su derecho a berrear como un energúmeno, a cagarse en nuestra puta madre, a montar el pollo del siglo y a levantar la mano a la tipa (que yo pensaba que era la mediadora social). Si es que no tenemos corazón y carecemos de todo escrúpulo y conocimiento pedagógico. Qué razón tenía el pobre, al gritar a mi compi que "a él no le señale", si esjque no me extraña, mi compi le ha señalado con el dedo al dirigirse a él, y no hay cosa en el mundo que más duela en el hígado, que te señalen al hablar.
Conmocionada me hallaba yo, y no se me ha ocurrido nada mejor que ir a por algún jefe de estudios, que al aparecer ha sido increpado y amenazado por el nene, qué dolor destilaba el pobre, cuanto sufre (el nene).

Mi compi y yo nos hemos alejado prudentemente del campo de batalla, más que nada para evitarle el infarto a mi colega, que se ha calentado, y ha levantado la voz (y no le ha levantado en volandas cogido del cogote porque para eso es un profesional). Ay, ay, ay, todo lo que nos ha dicho. Cuando ya no podía cagarse más en los muertos del jefe de estudios, ha pasado a los míos, a los de mi compi, a los de profes no presentes...
La mediadora social le miraba con arrobo y candor, y le acariciaba el brazo entre susurros amorosos: resulta que era su madre.

Así que hoy no duermo seguro.

martes, junio 06, 2006

¿Seremos princesas algún día?

Estoy de dueña y señora de la casa de mi ex. Hasta el domingo, él y nuestro hijo en común, de raza canina pero muy bien educado, están de fiesta escaladora por el norte de España.
Y estoy que no me encuentro. Esta casa es demasiado grande. Hoy he quedado con la propietaria de mi zulo, para devolverle las llaves, nos hemos despedido con un par de besos y tan contentas. Pero volver al zulo, tras 4 días de vivir en la mansión, me ha dado un rollo... Qué pronto nos acostumbramos a lo bueno.

El caso es que me he propuesto relajarme, a ver si soy capaz de dormir toda la noche del tirón, sin levantarme con pesadillas, pasearme por la casa en sueños o, como la otra noche, tirar todos los libros de la estantería al suelo porque soñaba que me ahogaba en una exclusa en el canal de Panamá. Soy sonámbula de toda la vida, pero estos paseos nocturnos y estos destrozos al mobiliario no me suelen venir muy a menudo. Creo, vamos, por que es lo que tiene estar sonámbulo: que no te enteras de lo que haces.

Pero el otro día, cuando me desperté con todos los libros por el suelo y una lámpara aplastada debajo del pequeño diccionario Larousse, me acojoné viva. Y me planteé ciertas cosas, como qué hubiera pasado si en lugar de tirarlos al suelo los tiro por la ventana, o si en una de estas me tiro yo misma. O si ligo, y a mitad noche, deleito a mi compañero de lecho con un numerito de esta índole. Aunque la verdad es que, en compañía no me suele pasar, la verdad es que si duermo con alguien me siento protegida (no se de qué).

Toda mi infancia ha sido compartida, nocturnamente hablando, con mi querida hermana. Y ella se las arreglaba muy bien, cada vez que le decía algo incomprensible en sueños, sin apenas despertarse, me contestaba y me seguía el rollo. Pero cuando le daba la brasa en exceso, me soltaba una fresca y seguía durmiendo. Y es cierto que no se puede despertar a los sonámbulos: cuando me soltaba la fresca (merecida, no lo niego, que una es plasta hasta sobando) me despertaba taquicárdica perdida, temblando, sudando, sin saber donde estaba y cual era la causa del ataque de nervios. Como en la pelis americanas, juro por Dior que es cierto. Se pasa fatal.

El caso es que desde hace mucho no duermo con nadie de manera fija y habitual. He observado que, lo de sentirme protegida mientras duermo, es hasta que cojo confi. Mi ex el que comparte amablemente conmigo su casa, me ha tenido que soportar algún pitiflús nocturno, pero a diferencia de mi hermana, este no me mandaba al peo, si no que me echaba un brazo gorilero por encima, y seguía sobando sin inmutarse. Y a mi lo del abrazo gorilero me ponía bastante nerviosa, tenía yo poco agobio encima pa añadir un fiambre.

A mon amour creo que alguna vez le he soltado algo, pero es tan facil como contestarme en francés con la certeza absoluta de que no me voy a enterar.

Dándole vueltas al tema de los libros y la exclusa panameña, que me tiene un poco preocupada, he analizado las pesadillas que me hacen levantarme a pasear acojonada perdida, lloriquear o pedir ayuda. No sólo tengo pesadillas, faltaría más. Alguna vez me he despertado cagadita de miedo, al oír a alguien reírse en mi cama: yo misma, claro. Durante el verano que trabajé de cajera en un super, por las noches me sentaba a pasar caja en mi cama, porque el interruptor tenía una lucecita roja (de puta madre cuando te despiertas desorientá, sólo hay que seguir la luz) igualita que la del láser de mi caja del super. Y dale que te pego toda la noche a la caja, mosqueadísima además por la desfachatez de la empresa, que mandaba a los clientes a mi cama, a que les atendiera en pijama. O el día que mi hermana volvía de fiesta y le pedí de un grito que me enseñase su placa identificativa. En otra ocasión la desperté para decirle que no tenía zapatos, que me los habían quitado... Y en una ocasión le metí una bronca de espanto porque no quería comer! La de mi sueño se negaba a comer, pero la que dormía a mi lado lo que quería era dormir... Pobre víctima...

Pero a lo que iba, a lo de las pesadillas. Entre lo que recuerdo y lo que me han contado los que han tenido el honor de oírme, hay algo que se repite: el ahogo. Me he ahogado en sueños de todas las maneras posibles, en una exclusa del canal de panamá, capturada por un pulpo gigante, dentro de un reloj de arena, en una sótano inundándose, en el fondo del marmatarilelirelón… Con eso de que me ahogo dejo de respirar, y al volver en mí meto con tanta alegría aire en mis pulmones que parezco un búfalo apnético. Suena de tal manera que una vez, un colega que me oyó, pensaba que había explotado la nevera (veas tú, que lógico él).

Igual tiene relación con el curioso acontecimiento que tuvo lugar cuando mi madre me trajo al mundo: hubo un apagón en la provincia entera. Con lo que, según las crónicas presentes y conscientes (mi madre anestesiada, mi padre desmayao de ver el percal) nací morada y de aspecto amorcillado, hubo que reanimarme a las malas y sacarme de la tráquea vete-tu-a-saber-qué, un líquido de estos que salen en esos momentos. Y lo mejor de todo, como no había luz en la sala, salieron a ver si alguno de mis familiares en la sala de espera tenía fuego. Mi bendito abuelo y su afición al tabaco: ese tabaco se lo llevó a la tumba, pero su mechero me alumbró mientras nací, en estado lamentable, pero nací.

Madre de Dior, qué rollo acabo de soltar, total pa decir que estoy sola en casa. Si esto es lo mejor, cuando no hay nada que contar…

¡Ay! ¡Que se me olvida! El título del post se debe a que he visto Princesas, y me he hinchado a llorar.

sábado, junio 03, 2006

Los efectos secundarios


Dejar de fumar me está dando problemas. El mono parece que lo tengo controlao, como debe ser en la vez número 634 que intento dejar de fumar. Pero me están pasando dos cosas:

1- Me muero de agujetas, mis piernas crujen cada vez que las muevo... y las bambas me han hecho llaga, no será por la caña que le he dado. Con el cuentaquilómetros del coche lo he calculado: cada vez que he ido a correr (2 esta semana) he hecho 2 km. en 20 minutos. Creo que andando hubiera ido más rápido. Pero si no le doy al ejercicio aeróbico, que me demuestre que mis pulmones no chutan, y me haga expulsar la nicotina por los poros, volveré al vicio, y peor que antes.

2- Me he tirado a la bebida. En concreto, al Martini. Lo tenía crucificado desde una serie de pedos encadenados a lo largo de una semana de viaje de fin de curso por Italia. Olerlo me daba náuseas, tras mi experiencia italiana. Pero gracias a mi super-abuela, he re-descubierto el vermú. Tengo asociado el sabor del tabaco con el de todos los tipos de vinos, cervezas y cubatas de ron, ginebra y vodka, con algunos licores anisados varios (Chinchón) y en general, hasta con el agua de las macetas si se deja fermentar. Pero mira tu por donde, ni con el Martini (por causas ya comentadas) ni con el güiski (por causas similares). Con el segundo sigo sin poder, ni falta que me importa, pero el Martini se sale. Así que cada vez que me voy a una terracita madrileña, me pido un vermutet como una señora, y no echo de menos el tabaco. Bueno, digamos que no echo mucho de menos el tabaco, no jodamos y no nos engañemos.

Mi idea es aguantar más que la última vez, que fueron 4 meses.... Perdón, a la última vez que fuí en serio, pq con mi abuelich en Amsterdam aguanté 3 días, en el paraíso del porro y sin un cigarro que llevarme al pulmón! Ais...

jueves, junio 01, 2006

Una mattina, sin nicottina... oh m'enganchao, m'enganchao...

Motivada por mi amiga Ra, y harta de ahogarme por las noches como una gilipollas, he dejado de fumar. Teniendo en cuenta que me he trasladado a casa de mi ex, anti-tabaco radical, es una ocasión maravillosa.
Total, llevo martes-miércoles y jueves sin dar una calá. He empezado a entrenar otra vez, cochina vida qué anquilosada estoy, nadie diría que el año pasado me iba a correr a diario por la playa mediterranea, echando carreras con mis chuchas y saludando amablemente a todo mazizo con el que me cruzaba.
grrrrrrrrr....